La luz del mundo

«Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse.» mateo 5:14

«Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.»
Juan 4: 23-24 RV1960

10:04 de la mañana y llevo un rato quebrantada ante Tu presencia, Jesús.

Te doy las gracias por este momento… porque es un regalo, una bendición que te ha placido darme, para llenar mi alma, mi cuerpo, mi espíritu de esa paz y ese gozo que solo Tú me puedes dar.

Pienso en lo mucho que disfrutaba cantando a todo pulmón en mi habitación de la adolescencia, cuando la música era un bálsamo para mis dolores del alma que servía como desahogo, mas nunca traía sanidad, porque esa solo puede venir de la adoración plena hacia Ti, que eres el único digno de toda alabanza, honra, gloria y adoración.

Te contemplo, Jesús… la canción de fondo me inspira a rendirme delante de Tí, porque Tu Santo Espiritu habla al mío, haciéndome caer de rodillas, de pura gratitud.

«Lo que es importante para ti
Se vuelve prioridad en mi
Lo que esta ardiendo en tu interior
Consume todo lo que soy»

Durante años pensé que creer en Dios era sinónimo de doctrina, de ley, de mandato; creer en Dios, viniendo de un colegio religioso, se convirtió en un peso imposible, que nunca quise cargar, porque lejos de atraerme a Tu presencia, me alejaba con cada mirada de juicio de quienes creian ser dueños de la salvación por sus obras, sin darse cuenta de que lo importante es el corazón.

Cuando la fe en Dios se muestra como una obligación, y no una necesidad, ni una bendición, surge la rebeldía y nos convertimos en hijos del libertinaje que nos ata al pecado, y nos lleva a la perdición. Acabamos siendo el Hijo Pródigo, que deja la riqueza del amor verdadero, para ir en busca de lo que no se le ha perdido.

La religiosidad nos roba el poder profundizar en la relación más importante que podríamos tener en esta vida, porque define todas las demás; anula por completo la intimidad con el Padre, con ese Rey de reyes que, como dice la alabanza, «nos brindó su amistad»

«Y solo me interesa tu sonrisa
Todo alrededor puede esperar
Caigo aqui rendido ante tu gracia
El Rey del universo me brindo su amistad»

Gracias, Padre, por este día.
Gracias, Jesús, por Tu sacrificio.
Gracias, Espíritu Santo, por Tu compañia.

«Y mientras te contemplo crece en mi tu santidad
Mientras te contemplo crece en mi tu humildad»


2 respuestas a «Lo que nos roba la religiosidad»

  1. Avatar de Andini Kurnia
    Andini Kurnia

    Este artículo me ha tocado profundamente. La forma en que expresa la transición de una religiosidad vacía hacia una adoración verdadera es simplemente poderosa.
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    1. Avatar de Valeria

      Muchas gracias, Andini, por tu comentario.
      Toda la gloria sea para Él, que ha sabido llegar a Tu corazón a través de mis palabras.
      Espero que puedas seguir profundizando en Su amor y belleza.
      Muchas bendiciones para Ti y los tuyos, con todo el amor de Cristo.

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