La luz del mundo

«Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse.» mateo 5:14

Valor

Me he centrado demasiado en lo que yo valgo, por el sacrificio que Tú hiciste y no en lo realmente importante: lo que vales Tú.

Y no creo que esté mal, al menos al principio, cuando vienes del lodo, del fango, de la putrefacción y la inmudicia, reconfigurar lo que significa la vida y nuestra existencia, analizando, comprendiendo e interiorizando el gran valor que tenemos como personas al ver que el único Dios, el gran creador del universo y todo lo que existe, el Todopoderoso y Omnisciente, decidió dejar Su reino y gloria en los cielos, por venir a humillarse tomando forma humana para identificarse contigo y morir por ti; todo eso, que se dice muy pronto, es una afirmación sumamente grande y poderosa que le da un valor incalculable y difícilmente explicable a nuestra vida pero, una vez comprendido ese mensaje, el foco debe pasar de ser el propio reflejo en el espejo a Su existencia y presencia en nuestras vidas.

La grandeza, belleza, preeminencia y poder de Jesús es tan increíble, que contemplarlo, adorarlo, amarlo y anhelarlo debe ser el único motivo por el que vivimos; solo así es que la vida tiene sentido.

Hace un tiempo, Señor, me hacías ver que, aunque mi corazón tenía ganas de muchas cosas, lo único que me pedías era centrarme en Tí; siendo completamente honesta (y hablándolo en voz alta, porque Tú ya ves mi corazón) no entendía bien lo que eso significaba, pero quise dejarme llevar… y lo que estoy logrando ver y entender es mayor de lo que alguna vez pude llegar a imaginar.

Jesús: no sé si algún día seré capaz de expresar cabalmente lo que me revelas al corazón… pero me has pedido que escriba sobre mi camino contigo, a Tu lado, y aquí estoy.

Y a ti, que lees, te pido disculpas si no le encuentras el sentido a esto que escribo; el amor es tan grande que me lleva a lugares insospechados. Espero que esto te sirva de inspiración para disponer tu corazón y dejarte llevar hacia la revelación que Él tiene para darte, de quién es verdaderamente Él; aquel que dio Su vida por ti y te ama más que nadie en este mundo.

Cuando pienso en todo esto, caigo de rodillas y elevo una oración al Padre, el Creador de todo lo que existe en el cielo y en la tierra. Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu. Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes. Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor. Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios.

Efesios 3:14-19 NTV


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