Te amo, Espíritu Santo.
Mi vida solo tiene sentido porque Tú estás en ella.
Llenaste el vacío,
Sanaste las heridas,
Borraste el pasado,
Calmaste el dolor.
De ahora en adelante, decido vivir tomada de tu mano, Jesús.
Porque, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo, si perdiere el alma?
Mi vida y mi mundo son inmundos si Tú no estás.
Te amo, Jesús.
Te amo, Señor.
Gracias, por esperarme.
Gracias, por encontrarme.
Gracias, por protegerme.
Gracias, por abrazarme.
Que mi vida sea un reflejo de Tu presencia en ella.
Que mi voz sea un canto de adoración para Ti.


Deja una respuesta